El Camino Francés es el Camino de Santiago con mayor tradición histórica y el más reconocido internacionalmente. El trazado de esta vía en España y Francia está declarado por la UNESCO como Bien Patrimonio de la Humanidad.
Las principales vías de este itinerario en Francia y España fueron descritas, hacia 1135, El itinerario de esta ruta a través del norte de la Penísula Ibérica quedó fijado a fines del siglo XI, gracias a la labor constructiva y promocional de Sancho III el Mayor y Sancho Ramírez de Navarra y Aragón, así como de Alfonso VI y sus sucesores en Castilla, León y Galicia. Las principales vías de este itinerario en Francia y España fueron descritas, hacia 1135, en el Libro V del “Codex Calixtinus”, un texto fundamental del acervo jacobeo.
Nos centraremos en la ruta desde O Cebreiro en la provincia de Lugo.
domingo, 18 de abril de 2010
sábado, 17 de abril de 2010
1ª etapa del camino Francés: O Cebreiro - Triacastela (21 km., 5:30 h.)
El puerto y la aldea de O Cebreiro (1.300 m ) abren la entrada a Galicia, a su paisaje y su cultura, que tanto debe a la tumba del Apóstol y a la peregrinación jacobea.
En lo alto aparece engastado el poblado del mismo nombre, de tradición protohistórica, adaptado a las duras condiciones climáticas de la alta montaña. La aldea conforma un relevante conjunto etnográfico que rodea al Santuario de Santa María de O Cebreiro (s. IX). En su interior guarda los objetos litúrgicos y los sagrados restos de un célebre milagro eucarístico (s. XIV).
Desde aquí, por zona de montaña a través de diecisiete duros kilómetros, se llega a Hospital da Condesa, cuyo nombre recuerda el centro asistencial fundado a fines del siglo IX por doña Egido. Algo más adelante se encuentra la aldea de Padornelo, antaño perteneciente al señorío medieval de la Iglesia de Santiago, donde se instaló la hospitalaria Orden de San Juan de Jerusalén, para atender y defender a los peregrinos
Después de pasar el Alto do Poio (1.337 m.), comienza el suave descenso hacia Fonfría, y desde aquí, entre hermosas panorámicas, hasta Triacastela.
En lo alto aparece engastado el poblado del mismo nombre, de tradición protohistórica, adaptado a las duras condiciones climáticas de la alta montaña. La aldea conforma un relevante conjunto etnográfico que rodea al Santuario de Santa María de O Cebreiro (s. IX). En su interior guarda los objetos litúrgicos y los sagrados restos de un célebre milagro eucarístico (s. XIV).
Desde aquí, por zona de montaña a través de diecisiete duros kilómetros, se llega a Hospital da Condesa, cuyo nombre recuerda el centro asistencial fundado a fines del siglo IX por doña Egido. Algo más adelante se encuentra la aldea de Padornelo, antaño perteneciente al señorío medieval de la Iglesia de Santiago, donde se instaló la hospitalaria Orden de San Juan de Jerusalén, para atender y defender a los peregrinos
Después de pasar el Alto do Poio (1.337 m.), comienza el suave descenso hacia Fonfría, y desde aquí, entre hermosas panorámicas, hasta Triacastela.
2ª etapa del camino Francés: Triacastela - Sarria (16 km. 4 h.)
Desde Triacastela caben dos posibilidades. Se puede continuar directamente a Sarria a través de una cadena de pequeñas localidades de antigua tradición jacobea: A Balsa, San Xil, Montán, Pintín, Calvor y San Mamede do Camiño. Pero otros peregrinos prefieren desviarse hacia el sur, buscando la hospitalidad de los monjes benedictinos de Samos, que mantienen viva la vieja hospedería. Esta ruta lleva igualmente a Sarria, la localidad más poblada del Camino Francés en Galicia. Del pasado medieval sarriano subsiste la iglesia del Salvador, románica y con fachada gótica del siglo XIV, y el convento de A Magdalena (actualmente de Padres Mercedarios), fundado a principios del siglo XIII como hospital de peregrinos, por dos religiosos italianos de la Orden de los Bienaventurados Mártires de Cristo, también peregrinos.
3ª etapa del camino Francés: Sarria - Portomarín (19,4 km. 4:30 h.)
De Sarria sale el peregrino definitivamente a través del puente de A Áspera, camino de Barbadelo, donde aguarda la hermosa iglesia románica de Santiago (s. XII). Tras cruzar carballeiras y prados, empleando viejos tramos que anuncian vestigios de antiguas calzadas, el Camino entra en el municipio de Paradela. En la cercana localidad de Ferreiros se sitúa la iglesia románica de Santa María (s. XII), con escultórica portada de triple arquivolta y tímpano lobulado.
El Camino desciende hasta las riberas del Miño, cruzando un puente que conduce a la villa de Portomarín. El viejo Portomarín quedó sepultado bajo las aguas del embalse, construido a principios de la pasada década de los sesenta. En el traslado de la villa se conservaron varios pazos y las iglesias románicas de San Pedro y de San Nicolás (hoy de San Xoán).
El Camino desciende hasta las riberas del Miño, cruzando un puente que conduce a la villa de Portomarín. El viejo Portomarín quedó sepultado bajo las aguas del embalse, construido a principios de la pasada década de los sesenta. En el traslado de la villa se conservaron varios pazos y las iglesias románicas de San Pedro y de San Nicolás (hoy de San Xoán).
4ª etapa del camino Francés: Portomarín - Palas de Rey (23,5 km. 5 h.)
A través de la aldea de Gonzar, el Camino continúa hacia Castromaior, lugar que debe su nombre al castro prerromano que domina el perfil del paisaje local. Después se van espaciando, poco a poco, Ventas de Narón, con una capilla dedicada a la Magdalena, y Lameiros, lugar ya del municipio de Monterroso, con su capilla de San Marcos y un singular “cruceiro”. Algo más adelante, en la localidad de Ligonde perviven relevantes ejemplos de tipologías arquitectónicas tradicionales.
Inmediatamente después, la ruta se interna en tierras del municipio de Palas de Rei, en cuyas proximidades se encuentra el priorato santiaguista de Vilar de Donas..
La iglesia de Vilar de Donas es uno de los ejemplos más conocidos del románico gallego en el Camino de Santiago.
Inmediatamente después, la ruta se interna en tierras del municipio de Palas de Rei, en cuyas proximidades se encuentra el priorato santiaguista de Vilar de Donas..
La iglesia de Vilar de Donas es uno de los ejemplos más conocidos del románico gallego en el Camino de Santiago.
5ª etapa del camino Francés: Palas de Rey - Arzúa (26 km. 5:30 h.)
El Camino Francés abandona Palas por el "Campo dos Romeiros", tradicional lugar de encuentro de los peregrinos, donde se recomponían los grupos que se habían organizado, espontáneamente, con el transcurrir de la peregrinación.
En las proximidades de este tramo se encuentra el castillo de Pambre que fue uno de los pocos castillos feudales gallegos libres de la furia destructora del siglo XV, provocada por las luchas antiseñoriales de los irmandiños.
De regreso al Camino, pronto aparece la acogedora aldea de Leboreiro; todavía con sabor medieval. Su iglesia conserva muchos elementos románicos, como el magnífico tímpano de la portada, con la imagen de la Virgen. Entre Leboreiro y Melide, uno de los tramos más hermosos del Camino, se cruza la aldea de Furelos y el estrecho cauce de su río por un grandioso puente medieval.
En Melide, el Camino Francés se hace urbano. Este centro medieval fue repoblado por mandato de Alfonso IX (s. XIII) y conserva de ese período la portada de la iglesia románica de San Pedro, encastrada en la actual Capilla de San Roque. A su lado se levanta uno de los cruceiros más antiguos de Galicia, obra gótica del siglo XI.
A continuación de Melide, Boente, con su iglesia de Santiago, y Castañeda, son otras dos pequeñas localidades con antigua tradición jacobea, la segunda muy ligada a la de los hornos de cal empleada en la construcción de la catedral de Santiago. Las pequeñas piedras que los peregrinos traían desde las canteras calizas de Triacastela, eran algo más que un símbolo de participación en esta empresa.
Más adelante el peregrino cruza el río Iso por un pequeño puente medieval que da acceso a otra importante instalación asistencial: el hospital de Ribadiso, el último que permaneció abierto en el Camino Francés. Se recuperó como albergue en 1993.
En la villa quesera de Arzúa, el peregrino puede todavía encontrar importantes vestigios jacobeos: la Rúa do Camiño, la iglesia de Santiago, la capilla de A Magdalena, perteneciente a otro desaparecido hospital, etc.
En las proximidades de este tramo se encuentra el castillo de Pambre que fue uno de los pocos castillos feudales gallegos libres de la furia destructora del siglo XV, provocada por las luchas antiseñoriales de los irmandiños.
De regreso al Camino, pronto aparece la acogedora aldea de Leboreiro; todavía con sabor medieval. Su iglesia conserva muchos elementos románicos, como el magnífico tímpano de la portada, con la imagen de la Virgen. Entre Leboreiro y Melide, uno de los tramos más hermosos del Camino, se cruza la aldea de Furelos y el estrecho cauce de su río por un grandioso puente medieval.
En Melide, el Camino Francés se hace urbano. Este centro medieval fue repoblado por mandato de Alfonso IX (s. XIII) y conserva de ese período la portada de la iglesia románica de San Pedro, encastrada en la actual Capilla de San Roque. A su lado se levanta uno de los cruceiros más antiguos de Galicia, obra gótica del siglo XI.
A continuación de Melide, Boente, con su iglesia de Santiago, y Castañeda, son otras dos pequeñas localidades con antigua tradición jacobea, la segunda muy ligada a la de los hornos de cal empleada en la construcción de la catedral de Santiago. Las pequeñas piedras que los peregrinos traían desde las canteras calizas de Triacastela, eran algo más que un símbolo de participación en esta empresa.
Más adelante el peregrino cruza el río Iso por un pequeño puente medieval que da acceso a otra importante instalación asistencial: el hospital de Ribadiso, el último que permaneció abierto en el Camino Francés. Se recuperó como albergue en 1993.
En la villa quesera de Arzúa, el peregrino puede todavía encontrar importantes vestigios jacobeos: la Rúa do Camiño, la iglesia de Santiago, la capilla de A Magdalena, perteneciente a otro desaparecido hospital, etc.
6ª etapa del camino Francés: Arzúa - Arca (21km. 4 h.)
En este tramo el Camino se interna de nuevo entre prados, robles y eucaliptos que rodean pequeñas aldeas, algunas con topónimos de resonancia jacobea: Calzada, Calle, Ferreiros, Salceda, Empalme, Brea, Santa Irene, Rúa y Arca.
7ª etapa del Camino Francés: Arca - Santiago de Compostela (16 km. 3:30h.)
Pronto nos ponemos en San Antón, luego viene Amenal y enseguida comenzamos un ascenso entre eucaliptos que, dejando atrás Cimadevila, nos lleva hasta el aeropuerto de Lavacolla. Aquí los peregrinos de antaño tenían por tradicional e higiénica costumbre lavarse el cuerpo entero en el riachuelo que pasa por el lugar. Esta práctica del lavado integral era frecuente también en diversos hospitales del Camino de Santiago.
MONTE DO GOZO
Los peregrinos ansían llegar a este lugar y contemplar por primera vez las torres de la Catedral.
Pasado el Monte do Gozo, el recorrido es ya prácticamente urbano y se llega a la Catedral a través del barrio de San Lázaro, Rúa de San Pedro, Porta do Camiño, Rúa das Casas Reais y Plaza de Cervantes. La puerta natural de entrada, si no es AÑO Santo, es la de “A Acibechería”.
Pasado el Monte do Gozo, el recorrido es ya prácticamente urbano y se llega a la Catedral a través del barrio de San Lázaro, Rúa de San Pedro, Porta do Camiño, Rúa das Casas Reais y Plaza de Cervantes. La puerta natural de entrada, si no es AÑO Santo, es la de “A Acibechería”.
SANTIAGO DE COMPOSTELA
La Catedral de Santiago de Compostela está situada en la ciudad del mismo nombre, en el centro de la provincia de La Coruña, en Galicia (España).
Acoge el que, según la tradición, es el sepulcro del Apóstol Santiago, lo cual convirtió al templo en uno de los principales destinos de peregrinación de Europa durante la Edad Media a través del llamado Camino de Santiago, una ruta iniciática en la que se seguía la estela de la Vía Láctea comunicando la Península Ibérica con el resto del continente.
Esto fue determinante para que los reinos hispánicos medievales participaran en los movimientos culturales de la época. Actualmente sigue siendo un importante destino de peregrinación
Acoge el que, según la tradición, es el sepulcro del Apóstol Santiago, lo cual convirtió al templo en uno de los principales destinos de peregrinación de Europa durante la Edad Media a través del llamado Camino de Santiago, una ruta iniciática en la que se seguía la estela de la Vía Láctea comunicando la Península Ibérica con el resto del continente.
Esto fue determinante para que los reinos hispánicos medievales participaran en los movimientos culturales de la época. Actualmente sigue siendo un importante destino de peregrinación
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